Para iniciar el proceso de estructuración del lenguaje en el niño sordo fue necesario analizar la clave para la estructuración del lenguaje del Instituto Oral Modelo (Buenos Aires) y las claves del método multisensorial simbólico (México). Después de analizar cada una de éstas y al considerar las características de la población que se atendía se determinó que no era posible aplicar ninguna de ellas como tal. Sin embargo era imprescindible estructurar el lenguaje del niño sordo y sistematizar este trabajo. Debido a ello se consideraron aspectos de cada una de las claves y fue así como surgió la metodología para la estructuración del lenguaje que se usa en GIEH.